viernes, 28 de septiembre de 2007

Lo que SI debo hacer

A fines de los noventa, en Estados Unidos se puso de moda entre los cristianos llevar brazaletes, llaveros y ropa con la inscripción W.W.J.D que son las iniciales de las palabras en inglés de la siguiente pregunta, traducida al español: ´¿Qué haría Jesús?´ En una ocasión, me invitaron a predicar en un evento multitudinario donde el lema del encuentro era aquella sigla. Los que hablaron antes que yo se refirieron a la santidad y recomendaron a los jóvenes pensar muy bien antes de hacer algo malo y les advirtieron que hacer lo que no agrada a Dios trae consecuencias. Los jóvenes escuchaban con las cabezas gachas y algunos lloraban. Se respiraba un clima de tensión y vergüenza. Mientras oraba con los ojos abiertos, esperando mi turno, el Señor me indicó: Hasta este momento, se ha hablado como si la pregunta fuera ´¿Qué cosas NO haría Jesús?´, en lugar de preguntar qué cosas sí hubiera hecho. Cuando me tocó hablar, leí el pasaje en Lucas donde el propio Jesús anuncia con qué misión había venido a la tierra:

“El Espíritu del Señor está sobre mí, por cuanto me ha ungido para anunciar las buenas nuevas a los pobres. Me ha enviado a proclamar libertad a los cautivos y dar vista a los ciegos, a poner libertad a los oprimidos, a pregonar el año del favor del Señor.” Lucas 4.18-19.

Acto seguido hablé de lo que Sí hizo Jesús y lo que quiere hacer hoy en la tierra a través de la nueva generación. Hablamos de transformar la sociedad, de impacto, de amor y de sacrificio. Al terminar, el entusiasmo entre los jóvenes era evidente.

(....) Es una lástima que la iglesia haya enfatizado por tanto tiempo sólo lo que no deben hacer los cristianos, lo que llamamos pecados de acción. Poco se ha enseñado sobre los pecados de omisión, que son aquellos pecados que tienen que ver con lo que no hacemos. Si hacemos una lista de los pecados de acción, de las cosas malas que no debemos hacer, la lista es larga como papel higiénico. Si anotamos los pecados de omisión, es decir, las cosas que deberíamos hacer y no hacemos, apenas recordamos unos cuantos: diezmar, orar, leer la Biblia, ir a la iglesia y obedecer a los padres. Estas son cosas esenciales, sin duda. Pero, ¿ahí termina lo que el cristiano debiera estar haciendo? ¿Qué haría Jesús en nuestro medio?
Estoy convencido de que hacer la obra de Cristo contribuye enormemente a nuestra santificación; cuando empiezo a hacer lo que hizo Jesús, tengo mucho menos tiempo para hacer aquellas cosas que no debería hacer y que Jesús nunca hizo. Cuando empiezo a quedarme, a no hacer lo que Dios quiere que esté haciendo, es fácil que la tentación me encuentre ´disponible´. Eso fue lo que le pasó a David. (2º Samuel 11)

(....)
Él (Dios) quiere un corazón obediente y una fe total. Él está más interesado en el corazón de sus hijos que en sus habilidades y conocimientos. Quiere vidas a prueba de pruebas. Quiere cristianos que mantengan el gozo y la esperanza en las dificultades; que conserven la paz y el dominio propio en medio de las tensiones. Dios quiere algo más que carisma y popularidad; él está buscando verdadera santidad. Esa que tiene que ver con la pureza de corazón y de la que podemos conversar en voz baja solo ÉL y nosotros. Santidad que tiene que ver con lo que en nuestro lugar hubiese hecho el Santo.

Yo quiero alejarme de aquellas cosas que ofenden a mi Señor. Pero también no quiero ofenderlo al no hacer lo que me pide.
Extracto de "La clase de santidad que quiero tener" de Lucas Leys.

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